CARTA ABIERTA PARA EL TIRA INSULTOS DE LOS SÁBADOS
Señor
Presidente de la República
Presente.-
En las últimas sabatinas su “majestad” a través de una serie de insultos, improperios y calumnias se ha referido a dos ecuatorianos que por méritos propios y cumpliendo con la Ley y la Constitución ganamos el concurso para ser Consejera y Consejero del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, específicamente ganamos ese proceso, cuando el CNE era dirigido por Omar Simons (su actual secretario de Gobierno) quién aprobó el reglamento para el concurso del CPCCS en 2009, con toda la tramitología que usted ahora denuncia. Por ello debería solicitar la inmediata renuncia de Simons, ya que en base a ese reglamento del concurso para el CPCCS, el actual CNE dirigido por otro de sus amigos, aprobó el reglamento para la renovación del CPCCS en 2015. Vale recordar que resulta muy graciosa su preocupación que incluso la tachó como una chifladura de los actuales miembros del CNE, cuando la mayoría oficialista al interior del CPCCS también aprobó reglamentos para los diferentes concursos con similar tramitología que ahora luego de cinco años recién se da cuenta.
Sin embargo, en lugar de proponer iniciativas serias y responsables a sus propios coidearios para transparentar los procesos de designación de autoridades y garantizar la designación de personas probas, idóneas y con respaldo meritorio, lo que se ha evidenciado en el Ecuador es la famosa palancocracia; ante esta lamentable realidad me veo en la obligación moral de expresarle algunas reflexiones:
Existe una máxima en el lenguaje del derecho, a confesión de parte, relevo de prueba, esta afirmación tiene mucho sentido cuando usted manifestó: ¨en estos concursos participan los vagos a tiempo completo.¨, los aludidos de seguro estarán remordiéndose los dientes, pues la gran mayoría de las autoridades impuestas en estos agobiantes concursos son sus amigos, es decir, que cada una de sus afirmaciones identifican las falencias y defectos de cada uno de sus coidearios, las mismas que durante estos cinco años he venido denunciando documentadamente con valentía.
Para poner un ejemplo, le recuerdo que una autoridad del actual CNE, que fue designada por una mayoría oficialista del CPCCS, recibió puntos por participar en la limpieza de la calle de una playa del país, u otra que estuvo una semana como consejera del CNE, pues se denunció su vinculación como adherente permanente de su partido, seguramente a esas barbaridades se refería usted ¿verdad?
Usted también señaló: “…es la misma argolla de siempre la que participa en estos concursos…”, precisamente he denunciado aquella argolla oficialista, ¿Acaso no recuerda que a pesar de no tener la facultad constitucional de designación, usted se atrevió a declarar ganador, en la sabatina del 23 de abril de 2011: “Galo Chiriboga ganó el concurso de Fiscal por los ocho costados”, a pesar de que el concurso no había concluido y que los postulantes aún no daban la prueba de conocimientos, donde su amigo sacó apenas 34 sobre 50 puntos y sin embargo, a pesar de las impugnaciones documentadas fue designado Fiscal por una aplanadora de cuatro votos al interior del CPCCS? O ¿no recuerda usted, a aquel Superintendente que entró por la ventana al cargo incumpliendo los artículos 213 y 232 de la Constitución, el mismo que hoy se dedica a perseguir a periodistas y medios democráticos?
Por otro lado, que despropósito el suyo al manifestar: ¨en el Consejo de Participación Ciudadana se nos “infiltraron” dos tirapiedras¨. La historia está llena de aprendices de dictadores que dijeron ¨tirapiedras¨ a quienes lucharon en su momento por la libertad, ahí están: Alonso de Illescas, Rumiñahui, Espejo, Milton Reyes, Rosita Paredes, Jaime Hurtado, incluso Eloy Alfaro peleó con las armas, sin embargo, lo relevante de su afirmación es que desnuda de cuerpo entero como maneja las diferentes instituciones del Estado, le recuerdo que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, NO es su Ministerio, es parte de la Función de Transparencia y Control Social que debe promover la más amplia participación social y controlar desde la sociedad al Ejecutivo y demás funciones del Estado.
Usted, señaló con una ligereza increíble que para designar a los nuevos consejeros y consejeras: ¨Hay que escoger a los mejores, luego les capacitamos un mes en participación y listo…¨. Lamento que su limitado concepto de participación no le permita entender que la Constitución en los artículos 61, 95, 96, 98, 204, entre otros, procuran la construcción del poder ciudadano, del poder popular en definitiva y garantizan el derecho de las y los ecuatorianos a ser parte protagónica en la toma de decisiones, planificación y gestión de los asuntos públicos, al control popular de las instituciones del Estado y sus representantes, al derecho a la resistencia, a organizarse, a solicitar consultas populares, a expresarse libremente, a movilizarse y el derecho a la fiscalización popular. Por ello, las y los consejeros del CPCCS no pueden salir de cursillos tecnócratas de la SENPLADES, SENESCYT o de la Secretaria Jurídica de la Presidencia, deben ser hombres y mujeres con trayectoria en organizaciones sociales, vinculadas al tejido social, personas con un alto compromiso democrático, que fortalezcan la participación popular.
Usted, también ha exigido al CNE que en el concurso para renovar al CPCCS, ¨debería calificarse la excelencia académica (ser buen estudiante, escolta, abanderado, becado), para evitar que los vagos ganen¨, si su propuesta hubiese existido en el concurso que me permitió ganar mi condición de Consejero, tendría una nota mayor a la que obtuve, pues mis méritos académicos demuestran que fui abanderado y mejor egresado en mi período escolar y escolta de la bandera nacional en la secundaria, entre otros méritos académicos; bajo esa perspectiva, evidentemente su primo Pedro Delgado, el ¨comecheques¨ y otras hierbas de su gobierno o la Asamblea, jamás debieron ser autoridades.
Usted, en forma velada e inmiscuyéndose nuevamente en otra Función del Estado, ya ha dado la orden a sus amigos del CNE, para que nadie que piense distinto al correato (a pesar de tener méritos académicos y sociales) pueda ser Consejero o Consejera del CPCCS, al respecto, le manifestamos que nosotros no aspiramos a reelección indefinida ya que compartimos con el presidente José Mujica aquel dicho: ¨la reelección indefinida es monárquica¨.
Mientras el poder se ha dedicado a la ingrata tarea de insultarnos, cerrarnos espacios y limitar la organización social, esta consejería durante estos cinco años viene promoviendo la más amplia participación popular, donde las y los ecuatorianos debaten sin limitaciones sobre sus angustias y esperanzas, hemos contribuido en la formación y fortalecimiento de las organizaciones sociales, a lo largo y ancho de la patria desarrollamos una titánica pero revitalizadora tarea que nos ha permitido recibir una mano extendida, un abrazo solidario y un mensaje de fuerza permanente. Siempre junto a la organización popular, jamás detrás de caudillo alguno.
Seguiremos generando propuestas y denunciando documentadamente el doble discurso del correato, la falta de transparencia en los concursos de autoridades, el acanallamiento del régimen a los derechos de participación, los juicios a veedores, la criminalización de la protesta social, los presos políticos, el inconstitucional Decreto Ejecutivo 16; también hemos denunciado la deuda en el combate a la corrupción; el incumplimiento de los beneficios sociales y económicos por parte del gobierno a las cerca de 1742 personas reconocidas por la Ley de Héroes y Heroínas Nacionales; el recorte presupuestario del 98% por parte de su gobierno para el Índice de Transparencia Anticorrupción, el mismo que buscaba medir en 9000 instituciones los niveles de transparencia, ya que en el Ecuador de acuerdo a cálculos conservadores, se perderían más de 2.000 millones de dólares anuales por ese cáncer social; además Transparencia Internacional ubica al Estado Ecuatoriano como uno de los países más corruptos del mundo. Por ello, hemos dicho que el incremento de la corrupción es directamente proporcional a la concentración de poder. Si por denunciar documentadamente estas situaciones, usted nos dice ¨tirapiedras¨, será un premio, un honor para seguir combatiendo con valentía a la cleptocracia.
El poder es efímero, más temprano que tarde quienes vulneran la Constitución y atropellan los derechos humanos, deberán pagar por sus abusos contra el pueblo ecuatoriano.