Quito, 11 de julio del 2017
“Sensibilizar a las personas para que podamos vivir en paz”, con estas palabras, María Dolores Quiñónez Martínez, conocida como doña Dolores, hace un llamado a la ciudadanía y entidades respecto al derecho que tenemos los seres humanos a la identidad, nombre y ciudadanía.
Doña Dolores es la coordinadora de la veeduría que vigiló el cumplimiento de los Art. 45 y 66 de la Constitución de la República respecto al goce del derecho a identidad, nombre y ciudadanía de niñas, niños y adolescentes, en la parroquia y cantón San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas.
El informe de la veeduría determinó una realidad difícil de comprender en este tiempo, pero que es latente en la provincia, sobre todo en las poblaciones más cercanas a la frontera colombiana. Errores del sistema digital, inconsistencias en documentos de progenitores, personas que no cuentan con partidas de nacimiento, migrantes o hijos de ellos que no tienen documentos de identidad, problemas de digitación, son parte de la lista de motivos por los cuales a decenas de ciudadanos no se les otorga un documento de identidad, requisito indispensable para todo tipo de trámite oficial.
“Todos los ecuatorianos cuando nacemos tenemos derecho a un nombre, un apellido, a una identidad y cuando estos son vulnerados se convierten en un verdadero problema social”, según dijo Raquel González, presidenta del CPCCS, quien, además, enfatizó su compromiso por conformar una gran mesa de trabajo interinstitucional integrada por instituciones entre las cuales está el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Registro Civil (dirección provincial y distrital), Consejos Nacionales para la Igualdad, Ministerio de Educación, Ministerio de Relaciones exteriores Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Defensoría del Pueblo, entre otras.
Diversas acciones realizó la veeduría durante el proceso de vigilancia, entre ellas, la aplicación del “Plan de Brigadas de Cedulación”, a través de encuestas en el cantón San Lorenzo. El trabajo de las veedoras recibió el acompañamiento de la Fundación “Esperanza” la Asociación de mujeres de Juntas Parroquiales Rurales del Ecuador (AMJUPRE), Luz Haro, vicepresidenta de esta entidad, llamó a brindar una respuesta desde la institución, “Trabajar en el ser humano es una misión, un compromiso, un deber”, dijo.
CONSEJO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y CONTROL SOCIAL