Austeridad
A propósito de la rendición de cuentas resulta oportuno considerar que la obligatoriedad de transparentar la gestión por parte de las autoridades, no necesariamente implica incurrir en gastos innecesarios.
Cualquier intento de reducción del gasto público es totalmente válido, tomando en cuenta las circunstancias de la disminución del precio del petróleo y la apreciación del dólar respecto a otras divisas. A través del Decreto Ejecutivo 647 del último 26 de marzo, se dispone no realizar eventos específicos para las rendiciones de cuentas de las entidades de la administración central, el documento señala además que, la interacción con la ciudadanía que dispone la Ley de Participación Ciudadana, “será mediante la publicación en los portales institucionales de los informes anuales de las entidades y habrá una retroalimentación de los ciudadanos a través de las mismas páginas institucionales, y de ser necesario se realizarán audiencias con los ciudadanos en los locales institucionales”.
La técnica del presupuesto base cero es una buena herramienta para atacar el exceso de gasto administrativo, además debemos considerar que la transparencia y la rendición de cuentas, más allá de los mecanismos ya previstos por el ordenamiento jurídico, debe propender la participación activa de la ciudadanía contribuyendo a mejorar el resultado de las políticas públicas. La retroalimentación de la ciudadanía no necesariamente debe ser en actos públicos y masivos, ahora la tecnología nos permite acceder a espacios de encuentro que fortalezcan las relaciones entre autoridades y mandantes reforzando la democracia participativa.
Mónica Banegas Cedillo